Capítulo 7

Recorrimos todo el hermoso paisaje que nos rodeaba, tomados de la mano,  mientras me explica cada detalle de la maravillosa vegetación, era increíble lo bien que conocía el lugar, pero aún no me quería decir ¿Dónde Estábamos?,  todo el recorrido intente convencerlo de que respondiera mi pregunta, de mil maneras le insistí, hasta que comencé a hablarle como niñita, lo cual causo efecto en su travieso corazón.

-          Esta bien te diré, es que no aguanto, me da ternura tus pucheros y muecas.

-          Jajajaja, sabes siempre funciona, jajajaja – Dije en son de broma, lo cual fue correspondido con un sonoro y limpio reír, que estremeció todo mi ser, por la sinceridad que transmitía y era característico en él–

-          Si es verdad, ya lo comprobé, jajajaja

-          Ahora si dime, por favor...

-          Ok, estamos en…

-          En…

-          En… el parque nacional de Yosemite, un lugar hermoso, lleno de las maravillosas obras del creador, acostumbro a visitarlo por lo excepcional y hermoso que es.

-          ¡Oh!,que increíble, sabes hace mucho quería conocerlo, pero no había tenido la oportunidad, gracias por traerme.

-          Sabia que te gustaría, como tenemos mucho en común, supuse que la naturaleza también era tu debilidad

-          Si, es tan bella, es extraordinaria, en simples palabras es perfecta…

-          Es verdad, princesa, la naturaleza es lo más perfecto de todo el mundo

-          Escuche que hace un año fue nombrado Patrimonio Mundial de la Humanidad.

-          Si, al fin reconocen esta increíble obra del señor, un regalo divino, que nos fue entregado, para cuidarlo y solo muy pocos tratamos de conservarlo.

-          Es una pena, que no sepamos de lo que nos perdemos al no conocer esta maravilla – Dije, mientras él asentía con un halo de tristeza que opacaba su aura de paz y alegría, su mirada tierna se torno nostálgica, el hablar de lo mal que tratamos al mundo, lo ponía muy mal, pero no quería que mi bello príncipe sufra de esa manera, así que tenía que reanimarlo, para que goce con todo el paisaje preciosos que nos rodea. – Mike, cálmate, yo se lo que sientes respecto a todo esto, pero tenemos que cambiar nuestro animo y disfrutar de esta maravilla, para poder conocerla mejor y tratar de ayudarla, por favor trata; si… - Le dije; mientas él me clavaba su mirada, tan intensa que me hace temblar -

-          Si…; es verdad, tenemos que disfrutar de esta maravilla, todo sea por ti y por todo lo que nos rodea, vamos a respirar aire fresco y memorizar cada detalle del lugar…. – Me dijo, mientras tomaba mi mano y me invitaba caballerosamente a correr con él por todo ese bello paraíso, no lo dude dos veces y juntos comenzamos a recorrer todo a máxima velocidad, dejando a atrás nuestras penas y miedos, mientras nuestros cuerpos se impregnaban de la más pura energía mágica del lugar.

-          Las estrellas brillan más que nunca, tienen el mismo tono de tu mirada, brillante y pura – Me dijo, mientras soltaba mi mano y se acomodaba en el suave pasto que reinaba en el lugar, luego poso sus hermosos ojos cafés en los míos que me invitaban a sentarme a su lado, para disfrutar de las maravillas del firmamento. Enseguida me acomode junto a la estrella más grande de mi corazón, que no dejaba de observarme detenidamente, lo cual me causo mucha curiosidad.

-          Mike ¿Qué pasa?, tengo algo en mi rostro

-          No, ¿Por qué?

-          Es que no me haz quitado la mirada de encima desde hace un rato

-          Lo que pasa, es que…, no puedo creer que haya encontrado a mi alma gemela

-          ¿Alma Gemela? – Susurre, mientras mi corazón se acelero incontrolablemente, pues esperaba que me confesara su amor, aunque, eso era imposible, tal vez me estaba precipitando demasiado –

-          Si, mi alma gemela, una amiga que guste de lo mismo que yo, alguien con quien compartir todo lo maravilloso de la vida, claro desde nuestro punto de vista.

-          Si, es verdad… - Dije, mientras esa pequeña palabra “amiga”, se grababa en mis pensamientos como un eco, que siempre me recordaría lo que era para él, solo su amiga… -

-          ¿Qué tienes?, ¿Estas triste?, ¿Dije algo malo?

-          Demasiadas preguntas, primero: no tengo nada, estoy muy feliz, y no dijiste nada malo, estoy en compañía de mi nuevo mejor amigo, como podría estar mal

-          Ok

Michael narrando:

Eso quiere decir, que mi princesa solo me considera su amigo, pero ¿Por qué me pongo así?, si yo mismo brinde por nuestra amistad, solo es mi amiga, y… ay no puedo decirle que cada vez que estoy cerca de ella me hace temblar, que cada vez que veo sus hermosos ojos, siento que me pierdo en su mirada; que todo de ella es para mi perfecto, siento que estoy colgando en sus manos…

-          Mike, te me perdiste.

-          Si, lo siento, a veces me concentro tanto en mis pensamientos, que me quedo ahí varado.

-          Pues te estas perdiendo de un hermoso espectáculo.

-          ¿Así?

-          Si, mira justo ahí se aproxima una estrella fugaz, vamos toma mi mano, cierra los ojos y pide un deseo. – Dije, mientras sus preciosos ojos cafés se llenaban de la más pura ilusión, que solo un niño es capaz de expresar…-

-          Yo deseo…

-          Yo… deseo… - Ambos pronunciamos estas mágicas y reveladoras palabras, antes de pedir lo que más anhelaba nuestro corazón… Ninguno le confeso al otro, lo que había pedido a la radiante estrella fugaz, ambos nos quedamos en silencio, con una gran sonrisa en nuestros labios y sin soltarnos de las manos, hasta que Michael, rompió el silencio con una carcajada, la cual me saco de mis pensamientos

-          ¿Por qué te ríes Mike?

-          Es que no estoy seguro si mi deseo se valla a cumplir, aunque tengo muchas esperanzas.

-          Pero tan difícil es lograr lo que haz pedido.

-          En los sentimientos no se puede mandar, y seguro esa persona no me considere como un pretendiente.

-          Pues seria muy necia, tú eres un sol y el ejemplo de que el hombre perfecto existe… - Me sonroje terrible al decirle esos elogios, que salían de mi sincero corazón –

-          Gracias por pensar eso de mi princesita, ufff… esta helando aquí…

-          Si, hace mucho frio…

-          Claro, si estas helada, vamos ponte mi chaqueta.

-          No, tú te vas a congelar

-          No te preocupes soy muy fuerte

-          Esta bien… - Dije mientras el colocaba sobre mi espalda su acogedora chaqueta, que me embriagaba con el aroma de su piel… -

-          Vamos, ya es muy tarde, deben de estar preocupados por ti

-          Sabes no quisiera irme nunca, esta noche es tan maravillosa, la luna y las estrellas brillan tan intensamente, es perfecto…

-          Lo se linda, es precioso, pero no quiero que te enfermes, mira estas temblando.

-          Pasar frio vale la pena, si a cambio estoy contigo bajo está hermosa luna

-          Mi princesa, yo también me siento tan feliz contigo, jamás me sentí tan bien con nadie, tu compañía me hace mucho bien, pero no quiero que estés mal, ven te llevo a casa – Me dijo suplicante, pues estaba muy helada y eso no me hacia nada bien, pues desde que tenia 3 meses de nacida, me detectaron asma, una enfermedad crónica en mis pulmones, y él sabia que no podía exponerme, pues podría sufrir una recaída, su noble gesto y gran preocupación hacia mi, me dieron un gran alivio y muchas esperanzas que hacían crecer mi amor hacia mi bello ángel… - Esta bien vámonos… - Le Dije mientras el me alzaba en sus brazos para ponerme en pie, y me guiaba por un sendero cubierto de la mágica oscuridad de la noche más bella de mi vida… -

-          Listo, llegamos al auto my lady, ven siéntate. – Y muy caballerosamente me ayudo a acomodarme en el encuerado asiento de su lujoso auto, y luego de unos segundos, estaba preparado para partir a nuestra rutinaria vida…

El camino era bastante largo, 6 horas en automóvil, que fueron de las más felices de mi existencia, es más creo que cada instante junto a Michael era sumamente maravilloso, cada ocurrencia, cada mirada, cada sonrisa de sus bellos labios, me eran completamente fuera de este planeta, para mi era la reencarnación terrenal de Adonis, ser de la mitología griega, muy bello pero demasiado vanidoso, Michael, es hermoso, pero humilde como ninguno, así que solo tienen esa pequeña similitud, de ahí todo él es increíblemente nuevo y maravilloso.

Llegamos entre bromas y risas, que podrían haberse escuchado hasta el otro lado del mundo, pero era nuestro tiempo juntos y para nosotros, no existía nadie, era solo él y yo…

-          Lo que hubiera dado porque este tiempo contigo jamás termine

-          Lo mismo deseo Mike, pero es demasiado tarde y no se porque hoy hace tanto frio… esta helando terrible… ten tu chaqueta Mike, no quiero que te enfermes, todavía tienes que llegar a tu casa.

-          No quédatela tu, yo estoy bien así, mañana me la das en el estudio ¿Te parece?

-          Como desees Mike, bueno ya me voy ahí afuera me están esperando con cara de sueño, jajajaja – Le dije a Michael, mientras el volteaba a ver a Luis, Andrea, Nanny, Lupita y Lucy, que me esperaban mientras cada uno se dormía en el hombro del otro, era una escena conmovedora y a la vez graciosa –

-          Jajajaja, es verdad, pobres, se deben de haber desvelado por nosotros

-          Si, me siento culpable, jejeje, bueno Mike, mañana nos vemos, descansa y sueña lindo

-          Tu también duerme tranquila y ten por seguro que soñare hermoso, pues tu estarás ahí – Me dijo mientras bajaba la miraba y se sonrojaba tiernamente

-          También soñare contigo, mi bello ángel – Le dije, tratando de vencer mi timidez, mientras me perdía en su intensa mirada… -

-          Adiós princesa – Dijo y me envolvió en sus cálidos brazos, mientras depositaba en mi mejilla un largo beso, que me dejo sin aliento, el cual correspondí con un tierno beso, que salía de lo más hondo de mi alma, el cual ponía al descubierto mis sentimientos hacia él…, “Adiós”, fue lo último que pude pronunciar después de separarme de Michael, mientras veía con nostalgia como desaparecía de mi vista, él y su hermosa mirada…